Ella no era la típica soñadora que deseaba encontrar a su príncipe para irse a vivir con él a un castillo y ser feliz hasta la eternidad.
Ella buscaba más allá de algo tan simple. Buscaba encontrar a una persona que le hiciera feliz y que amase sus defectos. Ella no buscaba un chico que tuviera los mismos gustos que ella, quería que fuesen polos opuestos; según, se atraen, que al despertar le amase con sus pelos de bruja y la abrazase con tanta fuerza que le odiase por hacerlo, ella buscaba un chico normal, sencillo y simple.
Con suerte, un día lo encontró. Y, no lo ha dejado escapar.
Ella sonríe. Todos los días.
No le cuesta nada, lo tiene como forma de vivir.